(by Neus)
De vuelta en el resort, nos dedicamos a recorrerlo y a hacer fotos. La marea esta baja y se puede “pisar” algo de tierra firme durante un rato. De postal… esa sería la definición del lugar. El calor es intenso, pero siempre encuentras un sitio por el que bajar al agua y remojarse. Así es Kapalai. Nos preparamos para la puesta de sol, cervecita en mano… y nos dedicamos a ver a las tortugas buceando entre los bungalows, sacando la cabecita de vez en cuando.
Están por todas partes. Hoy la cena es especial, hay barbacoa, y un montón de chinos por todas partes, no se, está a tope. Bueno, solo hay que dejar pasar un rato para poder coger la comida con tranquilidad! Mañana será nuestro último día de buceo, y por suerte, nos toca en Siamil. Solo podremos hacer dos inmersiones, porque necesitamos 24 horas sin bucear antes de coger el vuelo a Sandakan el lunes. Nos despedimos de Peter, un alemán que llegó con nosotros y que habla español. Vive en Singapur, lleva ya unos cuantos años trabajando por el sudeste asiático, de hecho lleva toda la zona para su compañía, incluidas Australia y Nueva Zelanda. Está casado con una española, y la verdad es que habla bastante bien el español, aunque no lo ha estudiado realmente nunca. Bueno, a todos se nos acaba lo bueno!
Esta mañana, bueno, madrugada, a eso de las 6 menos algo,
han llamado a la puerta. La verdad es que estábamos ya despiertos porque estaba
entrando una tormenta con mucho viento. Total, que nos dicen que ha quedado una
plaza para Sipadan, que si queremos ir… pos claro!! Además, el barco no saldrá
a las 5:30, sino que a las 6:45. Vamos, que hemos tenido suerte, nos podremos
despedir de Sipadan. El día no acompaña mucho, empieza a llover y el viento es
fuerte, pero probablemente se levante a lo largo de la mañana. Yo tengo los oídos
un poco tocados, ya veremos como van las 4 inmersiones. Al salir del resort, la
tormenta ya se ha ido, sigue haciendo viento, pero el día se levanta con sol,
mucho sol, así que al final tendremos un buen día de buceo. Con nosotros, una
francesa, una mujer ya mayor que parece la abuela de todos, preocupándose por
cada uno, una pareja de italianos recién casados y otra pareja de chinos joven
también. Los chinos… curiosos… durante las inmersiones, la lleva de la mano, o
el, o el guía. Resulta que la chica no sabe nadar… en fin, no deja de ser
curioso, la verdad. Creo que nos ha limitado un poco las inmersiones, el guía
no ha querido bajar tanto, porque ya en una de las inmersiones, ella ha subido
a superficie cual champiñón, no estábamos a mucha profundidad, pero es un
peligro si lo hubiese estado. Hacemos Barracuda Point dos veces. Es una
inmersión muy espectacular, por la cantidad y variedad de vida que te
encuentras, especialmente tiburones, que están por todas partes. Conseguimos
encontrar el banco de peces loro jorobados, unos peces curiosos realmente. Entre
inmersión e inmersión, aprovechamos para tomar el sol en la isla, y pegarnos
algún bañito, que hoy el día acompaña, aunque sea algo ventoso. Mientras
estamos por ahí aparece un lagarto… en fin, no se como llamarlo, es muy grande,
más de un metro… a mi me recuerda a los dragones de Komodo, algo más estilizado
y pequeño…la verdad es que da un poco de cague, pero es chulo. Y estas cuatro
inmersiones sí que son ya el final. Nos despedimos de Sipadan, de sus preciosas
tortugas, lo último que he visto antes de subir a superficie, sus tiburones y
sus inmensas bolas de peces, barracudas que dan más miedo que los tiburones y
jardines de corales interminables… quien sabe si algún día volveremos, si
consiguen mantenerlo tan virgen como ahora, será un placer volver a bucear en
estas aguas.
De vuelta en el resort, nos dedicamos a recorrerlo y a hacer fotos. La marea esta baja y se puede “pisar” algo de tierra firme durante un rato. De postal… esa sería la definición del lugar. El calor es intenso, pero siempre encuentras un sitio por el que bajar al agua y remojarse. Así es Kapalai. Nos preparamos para la puesta de sol, cervecita en mano… y nos dedicamos a ver a las tortugas buceando entre los bungalows, sacando la cabecita de vez en cuando.
Están por todas partes. Hoy la cena es especial, hay barbacoa, y un montón de chinos por todas partes, no se, está a tope. Bueno, solo hay que dejar pasar un rato para poder coger la comida con tranquilidad! Mañana será nuestro último día de buceo, y por suerte, nos toca en Siamil. Solo podremos hacer dos inmersiones, porque necesitamos 24 horas sin bucear antes de coger el vuelo a Sandakan el lunes. Nos despedimos de Peter, un alemán que llegó con nosotros y que habla español. Vive en Singapur, lleva ya unos cuantos años trabajando por el sudeste asiático, de hecho lleva toda la zona para su compañía, incluidas Australia y Nueva Zelanda. Está casado con una española, y la verdad es que habla bastante bien el español, aunque no lo ha estudiado realmente nunca. Bueno, a todos se nos acaba lo bueno!
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