martes, 7 de abril de 2009

Despidiendonos de Nueva Zelanda

Posteando Carlos…
Hoy es el último día que tenemos caravana, y tenemos que recorrer 350 Km hasta Auckland, desde donde mañana partiremos a Tahití. Nos levantamos un poco tarde (para variar) recogemos todo, vaciamos los depósitos de aguas negras y grises de la caravana y salimos de Kerikeri en dirección al bosque de Waipoua. Tras una hora de camino entramos en este increíble bosque. La carretera que lo atraviesa es muy serpenteante y estrecha, y los laterales son paredes altísimas de vegetación densa. Este bosque se encuentra en la costa Oeste de la zona norte de la Isla norte y es famoso porque en él se pueden encontrar los Kauris, unos árboles milenarios y muy grandes. Como tenemos un poco de prisa no podremos visitarlos todos, y decidimos visitar el que se cree que es el más antiguo y que es el mas grande. Se llama Tane Mahune, se encuentra a 5 minutos caminando desde la carretera, y es una pasada. El tronco tiene una altura de 17 metros, una circunferencia de 13 y mide en total más de 51 metros. Un coloso entre un frondoso bosque que se puede ver desde mucha distancia. Me lo esperaba grande, pero no tanto, y dicen que tiene entre 1200 y 2000 años!!!
Después de la visita, volvemos a la carretera y solo nos detenemos a comer cuando el estómago lo reclama. Solo nos quedan dos paquetes de noddles y una pizza, así que ponemos en marcha el horno y junto a un río nos pegamos una comilona.
Sobre la 4 de la tarde llegamos a Auckland y vamos directos a ver la Sky Tower, una torre de 328 metros de altura (4 más que la torre Eiffel), pudiendo subir hasta los 220 metros de altura para disfrutar de unas vistas panorámicas de Auckland. Del hemisferio sur es el lugar más alto desde donde se puede subir para observar el entorno.Nos cuesta un poco encontrar parking cerca de la torre, y finalmente subimos. Vemos que también se puede hacer un salto desde los 197 metros y dar un paseo por el borde de la plataforma exterior, sujeto con un arnés. Qué vértigo!! El ascensor asciende hasta los 185 metros en pocos segundos y al abrirse el ascensor tenemos una vistas espectaculares de Auckland. Vemos como la gente hace bungy dumping o da paseos por el exterior, nos hacemos unas cuantas fotos, una cervecita, subimos hasta los 220 metros y nos vamos a dar una vuelta por la zona para hacer las últimas compras.





Luego nos vamos al hotel donde tenemos que dejar la caravana y donde tenemos una reserva para pasar la noche, vaciamos la caravana y nos despedimos del que ha sido nuestro vehículo y hogar durante 18 días. Luego toca cena (canguro y atun), un baño (después de 20 días solo a duchas bien se agradece) y a hacer malabarismos para meter todo lo que tenemos en las maletas. Nuestra última noche en Nueva Zelanda. Un sentimiento ambiguo. Tristes por abandonarla, pero alegres porque nos vamos a Polinesia.
















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